jueves, 14 de febrero de 2013

Los Miserables

Hola a todos. Antes de nada tengo que daros de nuevo las gracias, esta vez por la gran acogida que ha tenido la entrada anterior. Me han hecho mucha ilusión los elogios recibidos, pero sin duda lo que más satisfacción me da es saber que muchos de vosotros os habéis puesto a leer La resistencia tras leer mi comentario sobre este libro. Espero de todo corazón que os guste tanto como a mí y que os haga reflexionar sobre la realidad en la que nos ha tocado vivir.

Hoy os traigo una entrada que tenía muchas ganas de escribir, ya que trata sobre una película que desde antes de que se estrenara ya me había tentado muchísimo. Como veis, os voy a hablar de Los Miserables, sin duda uno de los grandes éxitos de la temporada cinematográfica. Sin embargo, mi curiosidad en torno a esta película no nace por la promoción que ha tenido la cinta ni por su magnífico reparto. En realidad viene de mucho antes, y la obra de Victor Hugo siempre ha formado parte de mis listas de libros que no he leído y que tengo pendientes; por unas cosas o por otras nunca lo he leído, pero en cuanto me haga con un ejemplar lo haré. Pero las ganas de leer el libro se acrecentaron todavía más tras tener la oportunidad de ver el musical en el teatro Lope de Vega en Madrid, hace poco más de dos años. Siendo sincera, aunque me atraía el espectáculo tenía mis dudas, porque los musicales me parecían muy cargantes y temía que este en concreto se hiciera muy largo. A los cinco minutos de haber empezado comprendí que estaba ante uno de los espectáculos más impresionantes que podría ver en mi vida, a todos los niveles: vocal, interpretativo, técnico, etc., y me dediqué a disfrutarlo.

Así que cuando me enteré de que iban a hacer una nueva adaptación para el cine ni me lo pensé, y aunque me he retrasado más de un mes por diversos motivos, este sábado por la noche me animé a verla, a pesar de que también tenía ciertos prejuicios debido a algunas críticas negativas que ha obtenido la cinta.




El argumento de Los Miserables es sin duda uno de los más conocidos por todos, debido a la gran difusión de la obra desde que el libro fue publicado, así que solo voy a dar algunas pinceladas. Si no os queréis enterar de qué va, podéis dejar de leer aquí (por los spoilers) y seguir leyendo en el siguiente párrafo. Nos encontramos en Francia, en los primeros años del siglo XIX (1815), y tras la Revolución Francesa las cosas no han cambiado demasiado. Jean Valjean es un preso que cumple una condena injusta y que finalmente obtiene la libertad. Cuando nadie le da su confianza, es un obispo el que le da cobijo; Valjean, desesperado, le roba varios objetos de plata y huye, aunque el obispo niega que haya existido tal robo para que el protagonista no vuelva a ser encarcelado. A partir de aquí, Valjean se hace a sí mismo y consigue ser querido por todos, llegando a ser alcalde de la localidad en donde reside. En 1823, mientras sigue con esta tarea, tiene también una fábrica con numerosas obreras. De una de ellas, Fantine, se descubre que tiene una hija ilegítima que es cuidada por una pareja, a la que la joven debe entregar todo lo que obtiene con su trabajo. Por presiones de sus compañeras y del encargado de la fábrica, a cuyas proposiciones no cede Fantine, es despedida, y a partir de aquí se ve obligada a trabajar como prostituta para conseguir dinero que enviarle a la pareja que cuida de su hija. Cuando Valjean se encuentra con Fantine recuerda que ella era la empleada que le había pedido ayuda ante la expulsión de su fábrica, así que le promete que cuidará de su hija, Cosette, a su fallecimiento. Pero Valjean no lo tendrá fácil, ya que se verá de nuevo perseguido por la ley, en este caso personalizada en Javert, su excarcelero, y él y la niña tendrán que huir durante años. Si me permitís, el resto de la historia la voy a dejar en el aire, porque tampoco quiero contar todo lo que ocurre en la película.

Toda la trama está salpicada de números musicales, en donde todos los actores demuestran una gran versatilidad, cumpliendo con creces en su papel de cantantes. En un principio pensé que sería un musical típico, en el que se cantarían algunas piezas, pero aquí los diálogos también han sido musicados. Durante los primeros cinco minutos de película pensé que esta sería aburrida y que no podría verla entera, pero no fue así. Es cierto que puede que peque de lenta y de ser algo larga, pero no me llegó a aburrir. No todas las partes son igual de intensas, y hay momentos en los que el ritmo es muy ágil y otros en los que se vuelve más tedioso, pero es lógico en una obra de tal envergadura.

Las interpretaciones son estupendas, y los actores que más me han impactado han sido Hugh Jackman, que hace un papel extraordinario y de gran intensidad y Samantha Barks, que con 22 años borda su personaje, tanto a nivel interpretativo como vocal, y me ha parecido todo un descubrimiento. Si esta chica tuviera un nombre hecho en Hollywood se llevaría unos cuantos premios de calle, sin duda. Russell Crowe también está muy acertado en su rol, y Anne Hathaway ha demostrado que es una de las mejores actrices de su generación, logrando ser una Fantine dulce y de voz celestial. En cuanto a la dirección, ya sabéis que Tom Hooper tiene un estilo muy personal, que gusta y disgusta a partes casi iguales, pero la película merece una oportunidad.

Personalmente, es una de las películas que más me ha hecho llorar en mi vida, y eso que no son pocas las que consiguen hacerme derramar algunas lágrimas. Tiene varios momentos muy emocionantes, de esos que despiertan conciencias y nos hacen comprender las dificultades que aquellos valientes tuvieron que afrontar para que hoy podamos tener una vida mejor. Así que para mí, valió la pena quedarme hasta las dos y pico de la madrugada viendo esta película, aunque haya tenido que tirar de pañuelos para verla ;-).

Que sepáis que ya tengo otro comentario en mente, aunque de momento os dejo con este. Espero poder actualizar pronto y traeros algo nuevo durante el fin de semana. Nos leemos.


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