miércoles, 2 de abril de 2014

Ocho apellidos vascos

Hola a todos. Hoy os voy a hablar de la película de la que todo el mundo habla, la mitad porque ya la han visto y la otra mitad porque tienen intención de ir a verla. Estoy hablando de Ocho apellidos vascos, que es ya una de las películas más vistas del cine español. 

Desde que empecé a ver las promociones de la película en las cadenas de Mediaset sentí mucha curiosidad, por el argumento y por las situaciones surrealistas que se presentaban en dichas promociones. Sin embargo, no pensaba ir a verla al cine, porque normalmente prefiero otro tipo de películas, como muchos ya sabréis. Pero hoy, aprovechando otra nueva Fiesta del cine, he decidido comprobar  por mí misma cómo es esta película, para poder opinar sobre ella. 

Se me hace un poco tonto hablar sobre sus actores y su argumento porque seguro que todos los conocéis, así que simplificando mucho diré que la cinta, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, está protagonizada por Clara Lago y un sorprendente Dani Rovira, acompañados por Karra Elejalde y Carmen Machi. La historia comienza cuando el personaje de Clara Lago, Amaia, celebra arrastrada por sus amigas una pseudodespedida de soltera en Sevilla, ya que su novio la ha dejado plantada antes de su inminente boda. Allí conoce a Rafael, un señorito andaluz que se enamora de ella, y que, bajo la excusa de que Amaia se ha olvidado el bolso, aprovechará para ir hasta el País Vasco para devolvérselo y declararle su amor. Sin que él pueda imaginarlo, le esperarán unas cuantas sorpresas que asumirá para conseguir estar cerca de Amaia durante unos días. 

He de confesar que, condicionada por muchas críticas que he leído, algunas totalmente antitéticas entre sí, iba con cierta predisposición a poner la película a caer de un burro. Como siempre, hay que saber de lo que se habla para poder criticar en uno u otro sentido, y eso es lo que he hecho. 

Lo primero que tenemos que tener claro es que, si queremos ver una película que nos haga reflexionar o que nos vaya a marcar de por vida, esta no es la mejor elección, pero eso es algo de lo que ya se nos advierte en las promociones o en los distintos trailers que podéis encontrar por Internet. Esto es una comedia, y normalmente una comedia tiene un fin claro: hacernos reír. 

Como gallega, sé que los tópicos no siempre son verdad, y que pueden hacer daño y ofender a aquel colectivo al que se le apliquen. Entiendo que haya vascos cabreados con la constante mención a ETA y al mundo abertzale en Ocho apellidos vascos, porque sé que no todo el mundo es igual y que es imposible que nadie se sintiera ofendido; entiendo que es un tema complejo, en el que juegan un papel muy importante las vivencias personales y la visión que tenga cada persona sobre el tema. Casi al mismo nivel, entiendo que haya andaluces que puedan pensar que se les ridiculiza en la película, porque no todos son señoritos engominados que se acostarían a las primeras de cambio con toda señorita que se lo permitiese, y que muchos de ellos no viven pensando permanentemente en la juerga. Sin embargo, en mi opinión no deberían tomarse en serio esta película, que utiliza una obvia caricaturización de los personajes, totalmente estereotipados, para que la comedia sea más efectiva; si se utilizaran personajes más contenidos, ¿dónde estaría la gracia de enfrentar/juntar a un andaluz con una vasca? Desde luego, doy fe de que tenía cerca a una vasca y era la que más se reía de todo el cine. Por algo sería. 

Solo en base a estos estereotipos se consiguen unos cuantos gags que, desde luego, hicieron reír a toda la sala, y por lo que parece, a la mayoría de quienes han visto la película. Es cierto que hacia el final hay un pequeño bache y el guion no utiliza tantos gags, pero es lógico si pensamos que al final no estamos más que ante una atípica comedia romántica. Sin embargo, los responsables de la película han demostrado ser conscientes de que la historia finalmente podía derivar en algo menos rítmico y para ello diseñaron una película más bien breve, de alrededor de hora y media, evitando el previsible desastre que sería alargarla. 

Las interpretaciones son correctas en general, y para mi gusto, estupendas las de Dani Rovira y Karra Elejalde, que hacen muy creíbles sus personajes. Dani Rovira me ha sorprendido mucho, porque lo conocía en otras facetas, pero nunca lo había visto en un papel tan largo, y tengo que decir que me dejó con la boca abierta con su acento vasco, que en este caso me recordaba al de Karlos Arguiñano. Probablemente no se lleve ningún gran premio por su trabajo, pero yo de él ya estaría más que contento con lo que dice todo el mundo de su papel; de hecho, su fama está subiendo como la espuma gracias a Ocho apellidos vascos (y algo más gracias a B&b, a pesar del tortuoso camino de esta serie en lo que a audiencias se refiere). 

He mencionado al comienzo de este comentario a las cadenas de Mediaset, a las que seguro la mayoría le reprocharéis muchísimas cosas, muchas de ellas con razón. Pero si algo hay que reconocerle a este grupo de cadenas, y en especial, a Telecinco, es que son ya expertos en conseguir arrastrar a la gente al cine gracias a sus cuidados cebos. Si ya lo lograron en su día con Lo imposible, y aunque luego mordieron el polvo con Volver a nacer, lo han vuelto a conseguir con esta nueva película. Solo les pondría una pequeña pega: ha habido gags estupendos que en la sala no han funcionado del todo, ya que se notaba que los espectadores se reían más por costumbre que por otra cosa. ¿La causa? Que todos habíamos visto unas cuantas veces esas escenas, que se han utilizado hasta la saciedad para promocionar la cinta. Supongo que es un precio que están dispuestos a pagar si de este modo consiguen llenar los cines, pero para el espectador, una vez que ya está dentro de la sala, no es demasiado agradable. 

Como hay de todo en este mundo, me imagino que habrá quien esté desmereciendo el enorme éxito que está cosechando Ocho apellidos vascos, diciendo que se ha aprovechado de las promociones Miércoles de cine y Fiesta del cine. A todos aquellos que opinen eso, habría que decirles que sí, tienen parte de razón: somos muchos los que hemos aprovechado una u otra para ver esta película, que quizá en condiciones normales no habríamos visto. Sin embargo, es un hecho que en su primer fin de semana la cinta ya arrasó en taquilla, dejando entrever lo que finalmente ha pasado; por si esto fuera poco, en su segunda y tercera semana ha incrementado su número de espectadores con respecto a la primera. Los que seáis aficionados a seguir los datos de taquilla y recaudación sabréis que este no es precisamente un fenómeno usual, sino que es realmente complicado que una película, nacional o extranjera, alcance tal logro; no digamos ya qué representa haber sido el octavo estreno más visto del mundo en ese fin de semana. Así que quienes quieran desacreditar los datos de espectadores que está consiguiendo esta película, lo tienen cada vez más difícil. 

Parece que al final sí hay interés del público en el cine, incluso en el español, algo que a algunos les parecía imposible. Encima, faltan dos de los tópicos esenciales para muchos en el cine de nuestro país (apoyado en la realidad, ojo): la Guerra Civil Española y las tetas. No, lo siento por quienes quisieran verle los pechos a la preciosa Clara Lago (qué ojazos de dibujo manga, por cierto), pero por una vez casi se le ve más carne a Dani Rovira que a ella. 

En fin, creo que no puedo decir mucho más de Ocho apellidos vascos. Bueno, sí: no busquéis los trailers. He estado a punto de poneros un enlace, pero creo que verlos os estropeará la película porque, al igual que las promociones que echan en Telecinco, os descubrirán parte de la chicha que merece ser vista por primera vez en el cine, sorprendiéndoos a todos en la sala. Así que si de verdad queréis reíros, esta película puede conseguirlo incluso a un nivel mayor que una comedia normalita americana, ya que todos los tópicos son de sobra conocidos y resultan muy efectivos en unos espectadores que cada vez tenemos más necesidad de reírnos, aunque sea, de nosotros mismos. Los que busquéis una película sesuda, no la veáis, salvo que vayáis a verla para relajaros y reíros un rato; pedirle otra cosa a esta película es una insensatez. Un saludo para todos. Nos leemos. 

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con tu analisis, la vi y es lo que pense. No hay que pedir peras al olmo.
    Un saludo

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  2. ¿Pero os de verdad os reísteis?

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    1. Sí, no es que sea una obra maestra del humor pero sí que me reí bastante. Eso sí, no me reí tanto como otra gente que estaba en la sala, pero sí que me reí y me lo pasé bien viéndola.

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