Hola a todos, ¿qué tal? Yo regular, debería estar tirada en la playa, pero por aquí ando, en la terracita de casa. ¡A ver si mañana es el día! La verdad es que está siendo un verano bastante raro para mí, todos los planes que había hecho se están viniendo abajo y eso me hace estar un poco desanimada. Pero bueno, aquí estoy otra vez para recomendaros una de las mejores series que he visto en mi vida. ¡Ahí es nada!
Os estoy hablando de Fargo, una serie de diez capítulos (por el momento, ya que se ha anunciado una segunda temporada, aunque protagonizada por personajes completamente distintos) preparados para verlos casi de un tirón. Y es que, antes de nada, ya os advierto de que es una serie adictiva, de esas que roban horas de sueño, de piscina o de lo que haga falta.
Soy un jersey de lana ochentero, ¿a que estáis sudando con solo mirarme? |
Pero no adelantemos acontecimientos. Fargo está inspirada en la película homónima de los hermanos Coen, y ha sido creada y escrita por Noah Hawley y estrenada hace apenas unos meses. Sus protagonistas son Billy Bob Thornton, Martin Freeman, Allison Tolman y Colin Hanks, y si pusiera aquí la lista de secundarios no habría tiempo para completar el post, porque si algo hay en Fargo, a pesar de contar con tan solo diez episodios, son actores.
Pero, ¿de qué va Fargo? Esa es la pregunta del millón. Digamos que la serie empieza con el pardillo más pardillo que os podáis imaginar, que hasta en la cara se le nota que lo es. Todo el mundo lo mangonea, su familia y especialmente su mujer lo tratan mal, no ha superado todavía ser el chico que recibía las tortas en el colegio, y le siguen cayendo a pesar de haber dejado muy atrás su etapa escolar, etc. Pues bien, podríamos decir que Fargo es lo que pasa cuando el pardillo, aunque sea más por las circunstancias que le tocan vivir que por voluntad propia, decide dejar de serlo y empezar a ser todo lo contrario. Y lo que pasa es, en este caso, que corre la sangre, que nacen las ansias de venganza y que aquel que un día fue considerado el tonto del vecindario pasa a ser un hombre respetable y hasta admirado por quienes le rodean. Como siempre, habrá alguien que sospeche de su rápida transformación, y que no crea la versión oficial que Lester, el "expardillo", ha ido tejiendo utilizando sus nuevas armas. Ahí entra la agente Solverson, una joven que pone en cuestión la mala suerte del pobre Lester, y que cree que detrás de las desgracias que supuestamente le han ocurrido se encuentra él mismo.
Sé que quizás lo más inteligente que podría hacer para tratar de que sigáis mi recomendación es contaros lo que ocurre en el primer capítulo, pero no lo voy a hacer. Es cierto que incluso si vais a Wikipedia podréis saber qué pasa en ese episodio, pero yo no lo sabía y no me arrepiento de ello. El mejor consejo que os puedo dar es que os dejéis sorprender, y más por el primer capítulo, que engancha tanto que inmediatamente quieres ver el segundo y seguir descubriendo qué es lo que va a pasar con Lester, envuelto en un suceso incluso más turbio de lo que parece.
Pista: Lester es el pececillo rojo |
¿Qué es lo que entusiasma de Fargo? En primer lugar, que es diferente. No tenemos un héroe, sino un hombre normal, aburrido, sin autoestima a causa de las personas que le rodean y con un trabajo de lo más anodino, en el que, para más inri, no le va demasiado bien. Su vida es tan triste que hasta te da pena, y de hecho incluso quieres que actúe, que se ponga el mundo por montera y que dé un paso al frente para enfrentarse, sobre todo, a una esposa que no puede ser más cruel. También gusta que sea una serie imprevisible, y no te esperas lo que va a suceder en los próximos minutos. Su capacidad para sorprender al espectador y para engancharle desde el primer minuto se deja notar en distintos momentos a lo largo del capítulo; sin embargo, será siempre el final el momento más importante, en el que la incógnita se hace más y más grande. Y sí, ya puedes tener muchas ganas de hacer otra cosa, que como tengas a mano el episodio te pones a verlo inmediatamente: Fargo siempre te deja con ganas de más.
Creo que otro de los grandes méritos de la serie son sus personajes, llenos de matices. Normalmente, no es usual que uno quiera que el asesino se salve, pero en este caso te sorprendes a ti mismo deseando que Lester haga alguna barbaridad y que luego salga indemne. De algún modo, la serie nos hace plantearnos si lo que está bien y lo que está mal siempre se cumple, o si hay algunos casos en los que la salida menos ética es la mejor. Sé que esta es una opinión políticamente incorrecta, pero es la mía: yo apoyaba a Lester en su visceral actuación en el primer capítulo (y ya dejo de hacer spoilers).
Los actores son estupendos. Como veis, Martin Freeman, que es quien encarna a Lester, logra una empatía increíble con el espectador, porque en el fondo no deja de parecerte una buena persona movida por una situación desesperada (aunque luego, y siempre en mi opinión, ya en uno de los últimos capítulos esta imagen se desvanece). Billy Bob Thornton da aún más miedito que en la vida real, que ya es decir, y su papel de asesino sin escrúpulos no puede estar mejor interpretado. La dulzura y cierta inseguridad de Molly Solverson, que tanta ternura da, es fruto de una actriz que no puede transmitir más con esos ojazos que tiene, Allison Tolman. Yo no la conocía antes de verla en este papel, pero me ha parecido una actriz como la copa de un pino. Y de Colin Hanks pues qué decir, que de casta le viene al galgo y que dan ganas de achuchar a ese Gus Grimly tan tierno al que da vida. La serie es estupenda porque el guion es genial, pero desde luego, si el casting fuera otro el resultado podría haber sido mucho menos bueno. Y ese es, por cierto, el miedo que muchos le tenemos a la segunda temporada de esta serie: que los nuevos actores que pasen a formar parte de la serie no estén a la altura, al igual que la trama, que quizás no esté tan lograda como la de esta temporada. En este sentido, el caso me recuerda al de True Detective, que también tiene la difícil misión de mejorar o, al menos igualar, su magnífica primera temporada.
Pero, sin duda, una de sus señas de identidad es su inquietante (y desternillante a la vez) humor negro. No podemos decir que estemos ante una comedia, pero os garantizo que con Fargo tendréis unas cuantas risas garantizadas, y también algunas sonrisas. Otro de sus puntales son unas imágenes de lo más gore, que supongo que a algunos os harán disfrutar y a otros desviar la vista hacia otro lugar; yo he de decir que estoy en un punto medio, aunque solo hice lo segundo en el último capítulo, en una escena que es... bueno, vedla y ponedle vosotros el adjetivo que más os apetezca.
En fin, no se me ocurre qué más deciros para que os pongáis ya mismo a ver esta estupenda serie. Igual ayuda decir que los capítulos duran unos cuarenta y pocos minutos, aunque hay por lo menos un par que duran un poquito más de una hora. Todos tenemos cuarenta minutos para despejarnos y hacer algo entretenido, y creo que ver esta serie lo es, así que ya sabéis. Y sí, yo confieso que me vi cinco en una tarde-noche y cinco durante la tarde siguiente, ¡qué le vamos a hacer, soy un desastre! Un beso para todos, seguid aprovechando estos momentos de sol y calorcito y ya sabéis, nos leemos.
* Cartel de la serie: http://www.filmaffinity.com/.
** Póster de Lester: http://i.imgur.com/MZNJ5pq.jpg.
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