sábado, 23 de marzo de 2013

Big Fish

Hola a todos. Hoy os traigo un comentario sobre una de las películas más especiales que he visto en mi vida, dotada de una sensibilidad y una personalidad arrolladoras. Claro que estar dirigida por Tim Burton hace que esto sea lo más normal, ya que su sello se nota en todas sus historias. Pero vayamos poco a poco.

La película de la que os estoy hablando es Big Fish, y este año se cumplen diez de su estreno. Está basada en una novela de Daniel Wallace, y aunque en un principio la adaptación cinematográfica la iba a dirigir Steven Spielberg finalmente fue Burton quien se hizo cargo de esta tarea. ¿Os imagináis lo diferente que hubiera sido el resultado de haber sido Spielberg quien la hubiera dirigido? Sería muy interesante poder comparar las dos versiones, ya que serían sin duda dos películas muy distintas.


Big Fish está protagonizada por Ewan McGregor, Albert Finney y la siempre maravillosa Jessica Lange, pero es una película muy coral en la que destacan muchísimos personajes, todos necesarios para conformar una historia tan redonda como la que se consigue plasmar en la cinta. De todos estos actores secundarios me quedo con Helena Bonham Carter, espectacular, conmovedora y bellísima en su papel, uno de los más tiernos de la película (bueno, en uno de los dos papeles, en el  otro está magnífica pero no bellísima precisamente, y los que habéis visto la película sabréis a qué me refiero).

Es difícil hacer un resumen de la película sin caer en múltiples spoilers, así que básicamente plantearé el argumento principal y daré alguna pequeña pincelada de la trama intentando no estropearos nada. Edward Bloom, el protagonista de la película, es un hombre que cae bien a todo el mundo y que se caracteriza por contar numerosas anécdotas de su vida a todo aquel que se cruce en su camino. Estas curiosidades están plagadas de ficción, algo que parece no importar demasiado a quienes lo rodean a excepción de su hijo, que se irrita tanto cada vez que su padre cuenta alguna de estas historias que decide romper su relación con él. Sin embargo, Edward cae enfermo y su hijo se presenta ante él, acompañado de su mujer, embarazada de siete meses. El carácter de su padre seguirá molestándole, pero por una serie de acontecimientos logrará descubrir que los supuestos embustes de su padre no son tales, sino que son sobre todo simples exageraciones de las extraordinarias circunstancias vitales que tuvo. La historia mezcla dos tiempos: el actual, con un Edward de avanzada edad y enfermo, y el pasado, en el que a través de flashbacks se van mostrando distintos episodios de su vida pasada, tal y como los va contando él mismo.

Destaca sobre todo el análisis que se hace de la relación padre-hijo, que va evolucionando cuando en un principio parece que se va a quedar estancada. Se narran las dificultades, la mutua incomprensión y las diferencias de carácter entre uno y otro, pero también se le suman las dosis de amor que humanizan la relación, sobre todo hacia el final de la película.  Otro de los puntos claves de la historia es la mezcla entre realidad y ficción, y la transición del inicio, en el que todo parece ser ficción, al final, en el que las cosas van quedando más despejadas hacia la realidad algo exagerada.

La banda sonora es espectacular, y ayuda a crear una atmósfera adecuada para la película, entre lo mágico y lo onírico. También la imagen está tremendamente cuidada, como acontece siempre en las películas de Tim Burton, aunque con la rareza de estar plagada de colores vivos y pasteles, muy poco utilizados por este director, que como sabéis tiende más a lo gótico. Por último, y aunque a muchos os va a parecer una frivolidad, quiero destacar a la preciosa Marion Cotillard, que aguanta unos primeros planos impresionantes con una soltura increíble. Es bellísima y hace una gran interpretación, lo cual no me sorprende porque me parece una de las mejores actrices de su generación.

Supongo que podría hablaros mucho más de la película, sobre todo de su final, que es maravilloso, pero creo que conviene dejarlo aquí. Solo deciros que a esta película pertenecen algunas de mis escenas favoritas del cine, y eso son palabras mayores. Espero que nos leamos pronto. Saludos.

*Cartel de la película extraído de www.hoycinema.com

2 comentarios:

  1. Me fascinó, no hay duda que la enorme imaginación de Tim Burton y su fuerza visual para recrear historias impregnadas de singularidad están presentes en esta película. El film no sólo es una maravilla visual de las mejores de hoy en día; es también una maravilla de historia que además de reflexionar sobre el concepto de fantasía frente a la realidad, de las relaciones entre padres e hijos y otros muchos temas; tiene la capacidad de sumergir al espectador en una atmósfera fascinante que atrapa desde el primer fotograma hasta el último. Además como fiel seguidora del actor Steve Buscemi le di una oportunidad, y no me arrepiento pues es de las mejores que he visto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, tenía mucho interés por ver esta película y cuando finalmente lo hice entendí su fama. Big Fish te plantea un mundo casi onírico, que transmite fantasía en todo momento, algo que se nota incluso en los colores. Es una película realmente especial, única, y supongo que eso es lo que hace que nos entusiasme. Un saludo.

      Eliminar