sábado, 23 de julio de 2011

El incendio del Parlamento

Hace tiempo que siento fascinación por este cuadro. Miradlo cinco minutos seguidos, intentando descubrir todos los elementos que en él aparecen, además de los obvios, y os sentiréis como yo. El autor es Joseph Mallord William Turner, pintor perteneciente al Romántico inglés, y el cuadro data de 1835.

Como el nombre de la obra indica, el cuadro plasma el incendio del Parlamento inglés, sucedido en octubre del año anterior y suceso altamente impactante para la sociedad inglesa, ya que el Parlamento gozaba allí de un gran prestigio.

Desde mi punto de vista, el cuadro posee una fuerza espectacular. Tal vez tenga que ver con el lugar en el que Turner posiciona a los espectadores: dentro de la escena, pero a una cierta distancia del espectacular incendio, o con su maestría a la hora de pintar un remolino de fuego que se refleja en el agua del Támesis y que preside todo el cuadro.
Nos convertimos, por tanto, en uno de esos espectadores que aparecen en el propio cuadro, contemplando una escena trágica y desoladora, característica fundamental del Romántico.

Predomina el color sobre el dibujo en casi toda la escena, a excepción de algunos elementos, como por ejemplo, en el puente, que aparece con algunos trazos que le confieren un detalle excepcional del que carece el resto del cuadro. La pincelada es suelta.

Las barcas nos sugieren un sentimiento de angustia, ya que en ellas van quienes intentan escapar del fuego. También el humo contribuye a dicha sensación, ya que impregna todo el aire del lugar.

Sin embargo, y pese a lo que pueda parecer, la escena está llena de belleza. Es una tragedia, sin duda; un hecho fatídico. Pero a pesar de esto, las llamas nos deslumbran con sus nítidos colores anaranjados, y el agua parece luchar contra ellas. Es bellísima también la visión del edificio incendiado, que resiste contra el fuego y al que podemos apreciar entre la inmensa llamarada.

Es un cuadro realmente hermoso. Lo trágico y lo bello, lo terrible y lo maravilloso. El Romántico, sin duda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario