lunes, 20 de agosto de 2012

Elegía

Ya estoy aquí otra vez, con otro libro acabado bajo el brazo. La verdad es que no me quedaban muchas páginas para terminar Elegía y ayer en un ratito lo terminé, por la noche, un poco antes de irme a dormir. 

Elegía es una biografía del personaje principal, desde su nacimiento hasta su muerte (o, si tenemos en cuenta el modo circular en que está escrita, desde su muerte hasta su muerte). Así, conocemos todas las fases de la vida de este hombre: su infancia y su amor hacia sus padres, su experiencia traumática en el hospital y otra en la playa (ambas relacionadas con la muerte), el cariño hacia un hermano del que finalmente se aleja por la envidia que le provoca su salud, las relaciones con sus distintas mujeres y amantes, la relación con sus hijos, etc. Podríamos decir que hasta ahí nada extraordinario, aunque es mentira. Es falso porque el libro está escrito maravillosamente, y no es simplemente un repaso a una vida, sino que nos muestra los sentimientos que el protagonista tiene sobre cada episodio, con sus arrepentimientos, dudas y nostalgia. A fin de cuentas, nos estamos situando al final de la vida del protagonista, que echa la vista atrás con estas consecuencias. 

Para mí, destacan algunas cosas por encima de otras, dentro de su vida, que hacen al personaje más real. En primer lugar, y como he comentado, el sentimiento de envidia hacia la buena salud de su hermano mayor, al que siempre había idolatrado, pero de quien se aleja por celos, a pesar de que su hermano siempre ha estado ahí para lo que él necesitara. Me parece un sentimiento tan humano que hace al protagonista más cercano al lector, que entiende que él, hermano pequeño y fruto de un matrimonio muy longevo, se sienta mal al tener una salud tan mala y tantas operaciones sin ser demasiado mayor. También es importante la relación con su hija Nancy, contrapunto a la relación que tiene con sus hijos mayores, incapaces de perdonarle que abandonara a su madre, cuando esta era poco menos que insoportable. El sentimiento de aprensión que surge con cada enfermedad nos acerca a un hombre preocupado por la fugacidad de la vida, algo que también podemos ver cuando se van muriendo sus conocidos. Además, el hecho de que no crea en la existencia de nada después de la muerte le provoca un cierto temor, no por el más allá, sino por terminar con su vida.

Todas estas cosas son las que le dan valor al libro, ya que si no fuera por ellas, sería una simple lista de nombres y hechos. Que el protagonista piense acerca de su vida y vaya añadiendo sus sentimientos e impresiones a cada tramo hace que la novela sea ágil y rápida, como si la vida del hombre pasara ante sus ojos justo antes de morir, tema tan utilizado en el cine. Y es que Elegía me parece muy próxima al cine, muy adaptable para él y con elementos propios, como los continuos saltos en el tiempo, que rompen una aburrida linealidad que sin duda le habría restado velocidad a la historia. 

Hay una parte que me parece sublime, justo al final del libro, cuando habla con el sepulturero. No quiero desvelar muchos detalles porque ya sabéis que creo que los libros hay que leerlos sin tener demasiada información sobre ellos, pero me parece una toma de contacto con su propia muerte por parte del protagonista brutal. 

Así que mi primer acercamiento a la obra de Philip Roth es más que bueno. Me parece un libro totalmente recomendable y muy próximo a un lector que sin duda comprenderá y tendrá sentimientos encontrados con respecto al protagonista. Así que ya sabéis, si tenéis la posibilidad de leerlo, hacedlo. 

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