jueves, 23 de agosto de 2012

Terminando Cosmópolis

Pues sí, al final voy a ganarle la batalla a Cosmópolis, ya que me quedan unas páginas para terminarla. Más o menos calculo que me quedarán unas cincuenta, y ya que he llegado hasta aquí ahora no voy a abandonar el libro, aunque para ser sincera no me está encantando.

De todos modos, Cosmópolis ya no me parece tan mala como al principio. Vale, no es una lectura amena, ni que enganche; pero sí tiene momentos muy buenos y un argumento que al final consigue intrigar al lector. Es una mezcla de paranoia, riqueza, poder, confusión y un buen retrato de a qué puede llegar una persona inmensamente rica y trastornada. Y a todo esto se le suman altas dosis de sexo y mentiras, por si lo anterior no era suficiente.

De todos modos, cuando acabe de leerlo haré un nuevo post, comentando ciertos aspectos del libro que me parecen muy destacables, a pesar de que, como os digo, no es el tipo de libro que más me gusta. Quizá mañana ya haya acabado Cosmópolis y os pueda comentar qué me ha parecido y si ha valido la pena superar las primeras y soporíferas páginas o no. Por cierto, que todavía no lo he mencionado, el autor de Cosmópolis es Don DeLillo, por si alguien tiene curiosidad y quiere leerlo.

Después de acabar con esta novela espero encontrarme algo más ligerito que me sirva de transición entre el libro que estoy leyendo ahora y La voz dormida, la cual iba a leer tras Los girasoles ciegos, pero como ambas están ambientadas en la Guerra Civil española y su posguerra finalmente decidí dejarla para más adelante, para no saturarme con el mismo tema.

Bueno, poquito más por el momento. Nos leemos.

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