sábado, 4 de agosto de 2012

1Q84

Pues sí, como podéis ver ya he acabado de leer 1Q84. Ayer por la noche dejé unas 115 páginas sin leer y esta tarde las he devorado. El gasto de 22 euros que hice por el libro no me ha cundido ni dos días. Pero ha valido la pena.

No sé ni qué deciros de esta inmensa obra. No voy a decir que es el mejor Murakami que he leído porque me parece muy arriesgado, ya que en este momento lo siento así, pero probablemente sea por la euforia post-lectura. Pero de que es uno de los mejores libros que he leído en mi vida no me cabe la menor duda. Es absolutamente impresionante.

El argumento presentado es algo complicado, por la presencia de varios elementos fantásticos que en un principio pueden resultar algo confusos. Pero rápidamente las piezas del puzzle van encajando, aunque esta situación se vaya dando a cuentagotas durante toda la obra. Esto permite que la obra no se haga excesivamente pesada; en otro libro de Murakami (aunque no recuerdo cuál exactamente porque como sabéis me he leído unos cuantos) esto no pasaba, ya que todos los misterios se desvelaban al final, lo que provoca que se lean muchísimas páginas sin avanzar apenas en la trama. Además, el autor no nos presenta todos los dilemas resueltos, sino que deja que nosotros con la lectura y el análisis vayamos construyendo la totalidad de dos mitades. Para mí, la obra es una naranja partida en dos, y esas dos partes serían las vidas de los dos protagonistas absolutos; a partir de esa dualidad, se van atando cabos que llevan a unir la naranja en una pieza que encaja perfectamente. La pareja presentada funciona como un todo, a pesar de la distancia que los aleja. Esa es la idea básica del libro,  y Murakami, con una enorme maestría, hace que funcione incluso en la estructura del libro. Pero no es la única pareja que encontramos, ya que también los dos mundos funcionan como tal. El salto de un mundo a otro que experimentan varios personajes, marcados por las dos lunas (de nuevo la pareja se hace aquí presente) consigue un fuerte dinamismo que atrae y engancha a la lectura.

Los personajes se mueven todo el tiempo entre el bien y el mal, pero en algunos casos incluso se cuestiona qué es el bien y qué el mal. Para ejemplificarlo podemos presentar al personaje femenino, Aomame, que es una suerte de asesina justiciera, con la que es inevitable no simpatizar, ya que lucha por una causa justa en todo momento, pero valiéndose de la violencia. Pero no es la única que presenta este rasgo, ya que varios personajes lo tienen, en mayor o menor medida.

La arriesgada historia de la crisálida de aire y sus entresijos consiguen también toda la atención del lector, a pesar de que también en ocasiones distraen y se muestran incomprensibles, sobre todo en un primer momento. Pero finalmente el entramado sobre Vanguardia se va resolviendo y se van entendiendo dentro del argumento principal. Como opinión personal, a mí me parece una clara crítica a ciertas religiones (más bien sectas) y a lo que puede conducir el fanatismo religioso.

En lo relativo a las relaciones personales, el autor no se queda en mostrarnos la historia de amor entre Aomame y Tengo, sino que presenta otras historias como la de Tengo con su padre, que es maravillosa por sus múltiples matices; la de Aomame con sus amigas fallecidas, la de la anciana con Aomame, etc.

El final es apasionante y sí, se han cumplido varias de mis apuestas, aunque con algunas sorpresas también. No voy a tacharlo de previsible porque no es así, yo intuí el final porque era el lógico y porque sé cómo resuelve normalmente sus historias Murakami, pero desde luego logra mantener la intriga hasta casi el final de la obra.

Algo que me parece maravilloso de la obra son las exquisitas referencias literarias a Proust y a Kafka, que seguro harán las delicias de los más aficionados a la literatura, ya que el lector puede percibirlo como un guiño del autor hacia él.

Estamos, pues, ante otro texto enrome de Haruki Murakami, que yo desde aquí os invito a leer si tenéis la oportunidad. De verdad que es de lo mejorcito de la literatura actual, y yo cada vez que acabo de leer algo suyo me pregunto qué más tendrá que hacer este hombre para que le den un Nobel. Qué menos para alguien con esa facilidad para crear unas historias maravillosas, originales y frescas, escritas siempre con su prosa envolvente y de apariencia (y solo de apariencia) sencilla.

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