lunes, 19 de agosto de 2013

Un mundo feliz

Hola a todos. En primer lugar, y como casi siempre, tengo que daros las gracias por la acogida que están teniendo las últimas entradas publicadas. A veces las entradas que publicas con más cariño pasan desapercibidas, y otras que escribes en veinte minutos arrasan, pero Carta al padre fue una entrada un poco exigente y ha tenido bastante éxito, con la satisfacción que eso da. A ver si con esta entrada, que me da mucho respeto, tengo la misma suerte. 

Digo que tengo mucho respeto a escribir esta entrada porque me parece difícil hacer un buen comentario del libro del que os voy a hablar. Es más complejo de explicar que hacer un resumen y contar qué me ha parecido, por todo lo que implica una historia como esta, pero al menos voy a intentarlo. 

El libro en cuestión es Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Supongo que muchos ya lo habréis leído, y que otros muchos tendréis conocimiento del tema principal de la novela. Esta plantea una distopía (palabra que no aparece en la RAE pero que podríamos definir como una sociedad ficticia cuyos sistemas hacen que esta sociedad no sea ideal; en definitiva, lo contrario a una utopía). Lo que podríamos denominar como género distópico tiene muchos seguidores, y hay que reconocer que resulta muy interesante por los distintos tipos de futuro que presenta. Otros ejemplos de distopías muy populares son Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, que leí hace unos tres o cuatro años y me encantó, y 1984, de George Orwell, que leí hace muchos años porque nos la recomendaron en el colegio, junto con Rebelión en la granja, a pesar de que ahora creo que todavía éramos demasiado pequeños para poder entender realmente ambas obras en su totalidad. 

Así que la novela trasciende el mero entretenimiento, y nos implica en un futuro al que parece que nos abocamos irremediablemente, al menos en algunas cosas de las que en ella se plantean. Obviamente es pura ficción, pero desasosiega encontrar similitudes con el presente, y más si tenemos en cuenta que el libro fue publicado en 1932, en un contexto histórico muy negro (y que empeoraría notablemente poco tiempo después). 

La historia se divide en dos o tres partes, según como se interprete. En el primer caso, la primera parte sería una introducción, en la que nos metemos en el mundo que el autor presenta (el Estado Mundial), conocemos a los personajes principales y los modos de vida propios de la nueva sociedad; la segunda comenzaría con la llegada a la reserva y la aparición de Linda y John, a quien también se conoce como el Salvaje, y que incluye el final de la novela. En el segundo, habría una tercera parte además de las dos anteriores, que empezaría con la llegada de Linda y John al Estado Mundial. Yo voy a utilizar las tres partes para explicaros un poco qué pasa en cada parte, aunque por supuesto intentando no desvelar más que lo imprescindible.

La primera parte comienza con la entrada de unos estudiantes a unas instalaciones del Estado Mundial, en las cuales les enseñan el sistema de reproducción que allí se utiliza, en donde solamente existe la reproducción artificial y la natural es totalmente rechazada. El lector se convierte sin saberlo en uno de los estudiantes, ya que es la manera que utiliza el autor para que vayamos conociendo el espacio en el que se desarrollará la historia y  las extrañas características (la gente es idéntica ya que la reproducción se hace de modo masivo, hay varios tipos de personas que desde que son creadas tienen su destino fijado, etc.) y costumbres de la sociedad (voraz promiscuidad, destrucción de toda cultura anterior, repulsión hacia la naturaleza y lo natural en general por considerar a ambos sucios y poco útiles en términos económicos y, sobre todo, preeminencia de la comunidad sobre el individuo, entre otras). También es llamativo el consumo abusivo de soma, una droga que permite a la gente relajarse y superar los posibles problemas que les puedan surgir o el convencimiento de que todo el mundo es feliz en el Estado Mundial (de ahí el título de la novela). Además, en esta introducción conocemos a varios de los personajes más destacados de la novela, como Lenina Crowne, Henry Foster o Bernard Marx. Como podéis ver, los nombres no son precisamente baladíes, ya que remiten a personajes históricos conocidos por todos, lo cual resulta además muy irónico si tenemos en cuenta que se han borrado todos los ecos del pasado. La segunda parte ofrece un cambio radical, ya que trata el viaje de Lenina y Marx a la Reserva, en donde conocen a Linda y a John. Y aquí tendría que explicaros algo a mayores, pero creo que es un spoiler lo suficientemente grande como para callarme y que lo comprendierais todo al leer la novela. Digamos que se descubre un hecho sorprendente y que finalmente, ya entrando en la tercera parte de la historia, John y Linda son presentados en el Estado Mundial por Marx, algo que traerá numerosas consecuencias para todos.

El dominio de la industria y el consumo (¡veneran a Ford!), el rechazo a los lazos familiares, sobre todo a la maternidad (pensad que la reproducción es totalmente artificial, así que no existe la familia) y a la pareja, las diferencias psíquicas y físicas de los distintos tipos de humano y que su trabajo y su destino vayan unidos a estas diferencias, la represión al que aspira a salirse de la norma, el aprendizaje mediante repetición de doctrinas durante el sueño de los niños y el prevenirlos contra la muerte utilizando métodos chocantes, etc., también aparecen en el libro. Como veis, algunas cosas resultan más familiares hoy que cuando se escribió el libro. Sin embargo, no hay que ser catastrofistas, pero sí que es cierto que algunas coincidencias con la realidad dan que pensar. A fin de cuentas, esa es una de las claves del género distópico, la de dar que pensar, y como veis, la novela cumple con creces en este sentido.

Desde luego, es un libro de esos a tener en cuenta. Reconozco que en un principio me costó adentrarme en la historia, porque empiezas totalmente de cero, entrando en un mundo que no conoces y que parece muy técnico, pero a medida que los hechos se van desarrollando ya no puedes dejar de leer. A mí incluso me han dado ganas de seguir leyendo libros de este tipo, aunque reconozco que me tomaré un descanso para no tener tan reciente esta lectura y aprovechar para leer otras cosas.

En fin, espero que no os hayáis aburrido con la entrada, que me ha quedado, como pensaba, bastante larga, y que hayáis sentido cierta curiosidad por la novela. Nos leemos en unos días, disfrutad del veranito.









4 comentarios:

  1. O wonder!
    How many goodly creatures are there here!
    How beauteous mankind is! O brave new world,
    That has such people in't.

    Acto V de la Tempestad de W. Shakespeare.

    Éste es el origen del libro.

    Un saludo filosófico.

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    1. Sí señor, de hecho la novela se titula originalmente Brave new world. Saludos.

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  2. Me has provocado más ganas de leer este libro, si de verdad buscas más novelas de mundos "distópicos"... por si no lo has leído te recomiendo "un día perfecto" de Ira Levin, Dominio mundial, "igualdad" para todos, muy al estilo y muy bueno para mi gusto, se lee rápido y a gusto.

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    1. Muchas gracias por tu recomendación, conozco al autor por La semilla del diablo, pero no conocía este libro, así que apuntado queda. Un mundo feliz también se lee bastante rápido porque una vez que la historia va avanzando te enganchas, aunque como dije en la entrada al principio me costó un poco seguir la historia. Saludos.

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