sábado, 16 de marzo de 2013

El señor Ibrahim y las flores del Corán (libro)

*Si estás buscando información sobre la película del mismo título, pulsa aquí.

Hoy estoy muy contenta,  y quería compartirlo con todos vosotros. En primer lugar, porque este viernes ha sido uno de los días de mayor éxito para el blog. Y sí, digo para el blog y no para mí, porque creo que esto ya no solamente me pertenece a mí, sino también a todos los que estáis ahí día tras día leyendo y comentando con mucho interés y, sobre todo, con mucho cariño. Os doy de nuevo las gracias, porque no hay nada más gratificante que saber que hay alguien ahí comprobando si hay alguna entrada nueva.

El segundo motivo que me hace estar contenta es que acabo de leer un libro muy especial para mí. En la anterior entrada os comentaba que quería ver una película basada en un libro que me había gustado mucho, pero me ha sido imposible ver la película a la que me refería. Pero como me daba lástima dejar de lado una entrada tan bonita, he decidido releer el libro y hablaros de él, e intentar ver más adelante la película que, por cierto, la echan asiduamente en Paramount Channel, o al menos eso pone en la página web del canal. 

Antes de entrar en materia, quiero comentaros a qué se debe el cariño que le tengo a El señor Ibrahim y las flores del Corán, porque creo que es una historia bonita de amor hacia la literatura. En primero de Bachillerato vi que había una optativa de literatura y ni me lo pensé a la hora de matricularme: me fui de cabeza a ella. Llevaba por título Literatura Universal Contemporánea, palabras que combinadas no podían sonar mejor a mis oídos. El gran descubrimiento fue saber que solamente nos habíamos matriculado tres alumnas en dicha materia, cuando en realidad éramos muchísimos los que cursábamos ese nivel. Pero a la larga esto fue mucho mejor para nosotras, ya que aquella hora se convertía en un oasis en el medio de muchas asignaturas estresantes que ponían a prueba nuestra capacidad de atención. Las clases eran muy amenas, y aprendimos muchísimo, además de brindarnos la ocasión de leer y conocer libros nuevos. Allí fue donde leí El guardián entre el centeno, uno de los libros que más me ha marcado a lo largo de mi vida, y donde descubrí que algunos libros de Paul Auster me encantan y otros me aburren soberanamente. Supimos gracias a esa asignatura de los grandes escritores rusos, sudamericanos y de una generación beat que todavía a día de hoy capta mi atención como pocos movimientos artísticos. También tengo que decir que, si bien todo esto fue genial, más lo fue contar con unas compañeras y una profesora que disfrutaban tanto como yo de la asignatura, lo que contribuyó a crear un ambiente cómplice y cómodo como pocas veces he disfrutado en un aula.

Si os he contado todo lo anterior es porque fue en este período cuando conocí El señor Ibrahim y las flores del Corán. Al ser un libro muy breve, la profesora nos iba leyendo unas páginas al día, hasta leerlo por completo. Me pareció un libro muy especial, con un significado y una historia tan brillantes que se me quedó grabado el nombre de la obra y el apodo de uno de sus protagonistas, Momo.

El otro día recordé que tenía que ver la película, que es de esas que siempre digo que tengo pendiente y que luego nunca veo. Sin embargo hoy me puse a ello, pero me fue imposible verla. Así que, como os he dicho, he vuelto a leer el libro, ahora con unos cuantos añitos más y en una situación personal claramente distinta a la anterior. Y lo que os puedo adelantar es que me ha gustado lo mismo o más que la primera vez que lo leí.

Se trata de una obra tan especial y breve que hasta me da cierto reparo hacer un resumen sobre ella. Moisés es un joven que vive en París con su padre, un abogado marcado por la huida de su mujer y de su hijo mayor, Popol, al que no para de comprar con Moisés. El chico es el encargado de hacer la comida y todas las tareas del hogar, y pronto empieza a fraguar una amistad con el señor Ibrahim, dueño de una tienda de ultramarinos que le ofrecerá su afecto a pesar del accidentado comienzo de su relación. Gracias a Ibrahim, Moisés cambiará de vida, y hasta de nombre, y juntos desarrollarán una visión sobre la vida, las relaciones personales, la religión, el abandono, el optimismo e incluso la muerte.

Cabe destacar que  Moisés, o mejor dicho, Momo, tiene serios problemas de relación con sus progenitores, algo que aparece con frecuencia en la historia y que le causa muchas inseguridades, que luego también aparecerán en sus contactos con las prostitutas y con sus compañeros, lo que también es comprensible por la edad del chico.

Me gustaría contaros alguna cosa más, pero no quiero estropearos la lectura. Es un libro tan breve y tan bonito que se lee en unos minutos, así que en cuando tengáis un ratillo ya sabéis qué leer. Espero que os guste y que os parezca una buena recomendación. Nos leemos.



2 comentarios:

  1. El libro lo leí ayer, y fue al terminar cuando empecé a escribir la entrada, por eso hay detalles que no concuerdan demasiado. Tengo que daros las gracias porque hoy el blog ha tenido todavía más éxito que ayer. Muchísimas gracias a todos, de verdad.

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  2. Un libro realmente fascinante, yo ví la pelicula hace dos años y hace una semana supe que existía el libro, ya me lo leí, precioso !

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